Monday, February 01, 2010

La chica triste que te hacía reir

El año 2010 empezó triste, incluso el mismo 31 antes de las 12, lejos de casa y lejos de todo.

La tristeza es una manta descolorida que arrastro desde hace meses, es un apagón intermitente producido por la distimia, una vieja moribunda maquillada con colores vivos, es una arruga en mi aurícula derecha y también un choque de placas oceánicas en mi sistema nervioso.

Ahora intento restablecerme y volver a la espontaneidad de siempre, a los relatos absurdos, las anécdotas extrañas, a las locuras que pueden parecer burradas pero que me divierten.

Que me echen de los bares, no ebria pero sí contenta, que le cante en la calle a los taxistas, mis compares cocoliches, "Chofercito carretero" y que luego me jalen para hacer ruta y llegar a mi casa o a otra casa en la que tomaré desayuno y dormiré para no ver cómo se acaba el domingo.

Bailar en medio de la pista vacía y que me bote un claxon gritando "Loca", reirme luego para que no renieguen más. Las cosas vuelven a la normalidad.

De nuevo las fotografías, la impaciencia, el insomnio, la performance, la bulla y la música bonita. Aún estoy triste porque ya no escribo, pero hago historietas y diseños. Llamaré a la lluvia, a ver si de una vez regresan las palabras.

Quiero que vuelva la furia que me despeina, esos gritos que me desabrochan la garganta, los golpes a los que estaba acostumbrada, las caidas, el box y la histeria. Ahora son pequeñas cosas que se caen del gotero, tal vez algo parecido a la madurez.

2 comments:

Griselda García said...

Muy bueno tu post :))

tips de viajero said...

Muy bueno tu post :))