de "Blue moon of Kentucky" , de Ricardo Quesada
ah! mi dulce Carla que me has hecho llorar esta mañana mientras apretaba jodido la colcha de mi cama: el sol cantaba su mañana y yo escondido entre mis sucias sábanas perfumadas de semen rosemary y dolor.
recordé entre lágrimas la distancia de los sueños y a esos tus caballos de colores que corrían solemnes como en un derby infinito por sobre los acordes primorosos y armoniosos que fluían intermibales cuando te sentabas al piano y yo tratando de encimarte mientras reías y temerosos de la puerta que podía abrirse concluíamos en el acto el acto delicioso y prohibido del amor.
sí - tu piano que adornaba con su temblorosa melodía la casona vieja de Lima esa noche última y de llovizna en que te preparabas para huir de tus promesas y de mis creencias que hoy yacen definitivamente (si?) enterradas bajo el click! del teléfono. pero ayer me tropecé - en la calle Cuarta del downtown - con tu presencia y entonces los recuerdos se acumularon en el frontis de mi corazón y uno piensa que por qué no? que por qué no volver a intentarlo? y buscarte y ser infiel y renegar de mi precaria estabilidad y que mi pareja me mande a la mierda y quedarme por ti de ilegal...ilegal en el amor y en el trabajo: viajero perdido en la tiniebla engañosa de los partidos sentimientos.
sí mi querida Carla: uno insiste porque cree que el corazón es invencible pero eso es tan falso como querer revivir de los recuerdos esa esencia que se aleja de uno por reflejo. pero no!no te equivoques: yo sólo busco en todo esto que la palabra poesía brille en el universo que late compacto junto a mí mi dulce Carla del amor y de las tardes en que escondidos en los baños de los bares - esos del centro de nuestra ciudad - lo hacíamos poseídos y frenéticos cada tarde y cada noche sin que el olor ese de serrín mojado y de urea podrida en el piso nos importe un comino...ah! mi dulce Carla.
hoy recojo desolado los pedazos de la maceta que arrojaste contra mi puerta por la mañana: marchita está ya la pequeña rosemary brumosa por el recuerdo de tus cabellos de látex o de vidrio reciclado o de fibra de vidrio: total que ya todo me da igual. te buscaré una vez más. te buscaré en cada calle y en cada restaurante (te seguiré). aunque me acaricies con tu rechazo y me arrojen a la acera por mi perfilado aliento a alcohol: y es que de tu amor perdido no renunciaré aunque mañana amanezca rodeado por la neblina de mi Lima natal: expulsado por cojudo de este país que me ha vuelto jardinero de cizaña...caráspita! cómo te quiero todavía Carla en mi puto corazón.
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