Tuesday, March 16, 2010

María Alexandra en Lima

María Alexandra Talavera, mi Alexa, vino a Lima la primera semana de marzo y se hospedó en mi casa. Un día antes de su llegada, tuve un enfrentamiento con mi habitual desorden y dejé mi cuarto reluciente para que ella se sienta cómoda.

Llegó un jueves, con una mochila enorme de colores lindos y además "un poco de vino" que guardaron junto con el equipaje porque no la dejaron beber en el camino. La esperé a las 8 de la mañana en el terminal y desde ese día he vuelto a despertarme a una hora prudente para mi edad.

Luego del largo abrazo de reencuentro - después de 4 años - vinimos a mi casa. Conoció a Verdura y el desorden de esta casa casi deshabitada. Le enseñé a usar el calentador del baño y me dijo "¿Cómo es posible que siendo verano te bañes con agua caliente?", ella salió de la ducha, entre yo y se quemó el calentador. Desde ese día hasta hoy me baño con agua fría y ya no me asusta.

Salimos, caminamos, comimos, fumamos y charlamos y charlamos. Aún extraño su "Que no te la acabas", su "Maeeeeestra", su celular que no dejaba de sonar y su contagiosa risa. Los 5 días se nos fueron de las manos, veloces como la chacarera que me enseñaste mientras caminábamos por Pardo.

Fue tan bueno irnos a bailar, a beber, a comer, a cortar papeles y leer poesía en la calle también. Ojalá el tiempo pase rápido para poder ir a su isla bonita en el lago y poder hacer el syllabus para el curso que dictará - y del que seré su asistente - para sus pupilas y fans "Cómo ser una buena mujer", y que seguro comenzará con el tema "Pórtese usté juiciocita cuando se vaya de parranda"

Te quiero mucho poeta, este post está completamente dedicado a ti y a la chacarera que bailaremos algún día.