Wednesday, July 01, 2009

Hace 10 años

Cuando escaneé esta foto, mi intención fue escribir un magnífico post sobre aquel 9 de junio hace 10 años, cuando cumplí 15...pero lamentablemente, hace mucho, muchísimo tiempo no puedo escribir algo que siquiera sea bueno - aunque nunca he podido hacer algo mejor que eso - ya que me encuentro en un estado de parálisis creativa, que ha devenido en un círculo vicioso que me hace repetir y repetir alguna idea medianamente original que los haga reir. En fin...

Antes de sentarme a escribir este casi reclamo, debo contarles que una rara taquicardia me ha sacado a patadas de mi cama, el corazón me suena como un despertador viejo y oxidado, me produce un eco en el torax vacío y acelera mi respiración de manera intempestiva. Es extraño, pero dentro de las enfermedades psicosomáticas, todo es posible.

No quiero comenzar a contarles cómo es que empezaron mis molestias, eso sería inacabable, podría redactar casi de corrido tres volúmenes de quinientas hojas cada uno y seguro tendría continuación...hay pocas cosas que no me fastidian, a pesar que intento burlarme de todo, sobretodo de mi.

La foto la busqué días antes de cumplir los 25, perdía el tiempo pensando lo rápido que transitaron 10 años...en ese tiempo, yo era más alta que todos mis primos y sin embargo, era la más pequeña de mi salón. También hice tantas cosas durante esos años, pero no creo que tantas como para decir que viví intensamente esos 3650 días.

Seguramente hay muchas anécdotas que he olvidado, salvo algunas que por el protagonismo de mis torpezas, personas cercanas y no tan cercanas, me las hacen recordar. También hay muchas cosas que no he llegado a cambiar...por ejemplo, el año pasado me encontré con mi mejor amiga del colegio, Romina, y fue de pura casualidad...estabamos en el mismo salón en clase de inglés.

Yo entré despeinada, con los ojos llenos de sueño mal curado, arrastrando el pantalón y pisando las carpetas para poder llegar a un asiento privilegiado en el que no hubiera mucha gente alrededor. Ella me vio, se rió y me dijo: "tú no has cambiado nada, sólo te ha falta gatear debajo de las sillas". Fue un feliz encuentro.

También recordé mis salidas por esos días, mis juegos con las muñecas, la Feria del Hogar y el Gran Estelar, que era lo mejor de las vacaciones de medio año. Recuerdo que llegaba a las 11 am y corría para coger espacio en la primera fila y que también descubrí mi fobia a la multitud en uno de ellos, al desmayarme en el clímax del evento.

Le debo a esos años mi gastritis crónica a causa de un cuadro leve de anorexia y bulimia, le debo a esos años mi afición por el fulbito - jugaba como medio campo y luego, como defensa - también mis primeras manifestaciones revolucionarias en la escuela, a las que muy pocos hacían caso si es que se trataba de política...pues cuando se trataba de reclamos por dinero para la fiesta de graduación y demás, todos se apuntaban.

Nunca me emborraché, nunca besé a nadie ni mucho menos me besaron...me especialicé en patear puertas, en tirar piedras por las ventanas, me gustaba andar con chicos porque las chicas solían caerme pesadas, usaba unos lentes rojos todo el tiempo y adoraba cantar con mis amigos en la calle, era divertido encender ratas blancas dentro de botellas y en parques repletos de parejas calenturientas, aprendí a ser una experta gorrona de loncheras y de piqueos en supermercados. Caminaba para poder pagar 30 centavos en el bus y comprarme con el restante un paquete de galletas baratas a la hora de salida.

Entré a la universidad estando ya grande y no me volví terruca como lo auguraban mis amigos en el colegio. Destrocé todas las expectativas de los profes que me recomendaban estudiar biología o química, matemática pura o ciencias políticas...y terminé haciendo lo que el más querido de mis profes me recomendó: estudiar arte.

Es tan bonito acordarse de esos tiempos, aunque mis compañeros hayan cambiado demasiado y ahora se parezcan más a las personas que nos caían mal, supongo que también será triste para ellos verme más huraña y menos tolerante que cuando estabamos en la escuela.

Pensando en esos cambios de temperamento, creo que 10 años no han pasado en vano, sigo insoportable, desadaptada, desordenada, exigente y perfeccionista, todo eso ha crecido y ahora esos locos afectos hacen maratón en mi cabeza, no me dejan descansar...

6 comments:

Sandra Texeira said...

es loco mirar como ha pasado tanto tiempo. yo me siento un poco igual que tú con eso de los amigos que empiezan a parecerse a eso de lo que uno renegaba o uno mismo que tb empieza a parecerse a eso y no le queda más que renegar de sí mismo.

Margot said...

en 19 años más te seguiré queriendo y seguiré dispuesta a bailar tango en la calle contigo.

Alexa said...

te agregué en una sección de mi blog :)

Besitos y saludos!!

Jenofonte Perez said...

parece que el cero al lado de un nuevo número altera y alerta.
saluditos

patricia said...
This comment has been removed by the author.
patricia said...

Precisamente el viernes comentabamos con Kike, Kathy y Naná de la carita de inocente que tenías antes de San Marcos!!!

[Sabes que hago para que en los videos de iutub me salga sólo la barra de abajo, le pongo 25 de altura]