Always on my mind

Esa canción, que era de Elvis pero las conocí por los Pet Shop Boys, fue la primera que bailé con Efraín. Eso fue en marzo del año pasado, la segunda vez que fuimos al Directorio.

A él lo conocí en febrero del 2008 y me di cuenta de que eramos el uno para el otro la primera vez que fuimos a comer pollo. Él eligió la pechuga y yo la pierna, así fue...

Desde ese momento hasta el viernes pasado, habíamos tenido una relación especial pero no perfecta, con errores leves de ambas partes que mi intolerancia y perfeccionismo no supo sobrellevar, más ahora que ando completamente histérica.

Debo decir que con él, supe qué era pensar en el matrimonio y supe que los detalles más descabellados pueden ser bien aceptados y a la vez, correspondidos, aprendí a levitar con mi copiloto y a amarlo hasta donde no lo imaginé.

Ahora es tiempo de reflexionar y mejorar para cambiar mi condición de vida, solucionar conflictos existenciales y ver si, para ambos, las cosas pueden ir mejor.