

Como todo ejecutivo, tenía su cariz de empersario emprendedor y medio estafador...solía decirme que quería ser cineasta y que si le tendía la cama, sería la protagonista de su primera película - cosa que jamás le creí - pero mi hermano Muco (el menor) siempre lo tomó en cuenta...por eso hasta cierta edad, mantuvo su dormitorio bastante limpio y ordenado.
Un día se encargó de cobrar por los dibujos y tarjetas que yo vendía...cuando le pregunté por el dinero, me dijo: "mira lo he traído en forma de pepitas de oro" y me sacó unas canicas...pegué el grito en el cielo porque se había gastado mi dinero en golosinas y unas cartas para jugar casino...por eso lo obligué a devolverme el dinero lo más pronto posible. Acto seguido, fue a decirle al Muco que tenía pepitas de oro y que se las vendía muy baratas...el pobre muquín se la creyó y el guro me pagó automáticamente.
A pesar de todo yo lo quería mucho y en ciertas situaciones lo defendía...como por ejemplo, de la vecinita que siempre quería sacarle dulces. Verla así aprovechada me daba tanta rabia, que la boté a empujones de la casa [eso paso cuando estabamos como en la segunda foto]
Años después, ya cuando estabamos en el colegio; él me dijo: "Si alguien te fastidia, me avisas y yo le pego" y alguna vez lo hizo...pero también solía ir a mi salón con su amigo Jimmy para pegarse a la ventana como pegamostro...todos mis compañeritos me decían: Josefina! ahí está tu hermano!!! y yo no sabía dónde meter la cabeza.
Recuerdo que una vez me ofendí porque un chico de la movilidad le dijo "gordo". Mi molestía llego a tal punto que le rompí la nariz de un puñete - y no sé por qué me sentí orgullosa de hacerlo...tal vez porque el chico era algo mayor que yo.
Como el Guro era testigo de mis súper poderes, les decía a sus amigos: "A mi hermana nada le duele" y por eso pusieron mi mano sobre un motor caliente y encima de ella, pusieron una lupa - debo recalcar que era verano.
Otra de las cosas que puedo contarles del Guro, es que mi dio mi primer cigarro...fue algo parecido a lo del motor: Estábamos en un quinceañero y todo su grupo de amigos me llamo - yo era la más chibola de esa fiesta. Los chicos me dieron un cigarro y no le encontré mucho sentido, hasta que me dijeron: "jala fuerte" y ahí sí sentí los estragos del Malboro rojo en mis pulmones vírgenes.
Pero lo más resaltante del Guro es que, la mayoría de veces, ha sido bastante comprensivo conmigo, a pesar de que es un prospecto de Homero simpson - por lo cochino que es - y eso me saca de quicio...sin embargo, el gordo con toda su parnafelaria y su forma de ser - es el típico hijo cariñoso y bueno - es querido por medio mundo (incluyéndome) - claro, siempre y cuando no me espante a los pretendientes como viene haciéndolo desde que tengo 15 años.
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