
La cuestión es que la pinche burocracia Sanmarquina, me hizo perder cerca de 4 horas en un miserable trámite, para que al final sea todo "pura formalidad" [con la cual me limpio el culo cuando me da la gana]
Esperando a la "secretaria" que debía darme la dichosa "carta de presentación" y para no terminar rompiendo la suela de mi zapato de tanto zapatear y patear puertas, opté por sacar mi agenda "Maitena" - gran adquisición - y leerla todita. De hecho se me fue la cólera un rato y hasta le di, de muy buena gana, los datos de este estúpido trámite a una señora a la que no querían atender en esa oficina - aunque, esperando por "n" vez si le grité a un chico que preguntaba la hora.
Fue después de esto que me puse a pensar: seguro llego a casa quejándome de todo y lo primero que hará mi viejo es decir: de todo reniegas! pareces una vieja! ya deja de joder!! y me mataba de risa pensando en la cara que pondría cuando después de haberme dado su sermón, encoja los hombros y le sonría diciendo: ya está?
Cuando llegué a casa a quejarme, él me dio la razón y me acompañó a comer. Creo que al final la condescendencia del resto me permite llevar la fiesta en paz. Maitena sabe que esto de ser un viejo tiene sus ventajas y que de hecho, las desventajas son para los que están mirándonos y probablemente, exasperándose por tanta cojudes que al final, nos da risa.
1 comment:
esa agenda es simplemente todo! oe vamos un dia a tomar unas chelas al centro y contarnos nuestras penas.. sii siiii! =)
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